2011-05-06

Paguak

http://www.diariovasco.com/v/20110426/al-dia-local/fosiles-vivientes-20110426.html

Fósiles vivientes

Existen 142.000 hayas trasmochas en Gipuzkoa, el 70% en manos privadas


Somos la envidia de Europa. Tenemos unas 142.000 hayas trasmochas en Gipuzkoa, 82.000 en Álava y 59.000 en Bizkaia. Inglaterra tiene 15.000 -¡diez veces menos que Gipuzkoa!- y ya es sabido que en más de una ocasión han venido los ingleses para conocer nuestras viejas técnicas de trasmoche.
Hay mucha gente que, al ver un haya trasmocha, piensa que es el aspecto natural de esta especie arbórea. No es así. El haya, si no interviene el hombre, es un árbol de tronco recto y de gran talla, que alcanza los 35 ó 40 metros, y una copa ovalada en su tercio superior. Si el árbol crece aislado (no en espesura) cambia radicalmente, se abre muy pronto, ramificándose desde abajo y variando mucho la copa.
Los vascos comenzaron a trasmochar las hayas y los robles hace mucho tiempo. Tenemos algunos ejemplares vivos de más de 300 año, y muchísimos de 100-150 años. El trasmoche consiste en cortar completamente el árbol a una distancia del suelo de unos dos metros. Se efectúa la operación cuando es un ejemplar robusto, de al menos dos palmos de diámetro. A partir de esa línea de corte, el árbol produce varias ramas nuevas, que a su vez son cortadas de allí a unas décadas. La técnica estaba destinada a conseguir tanto madera para tabla como -sobre todo- madera para carbón vegetal. Otra ventaja de este tipo de bosque es que permitía compaginar los usos ganadero y forestal. Además, se ha comprobado que el trasmoche duplica la esperanza de vida del árbol.
«Ha sido una gran suerte que llegaran hasta nuestros días tantas hayas trasmochas», comenta el director de Montes de la Diputación Foral de Gipuzkoa, Asier Arrese. «En Gipuzkoa, el 70% están en manos privadas, y me parece que se han conservado porque los baserritarras los estiman, los asocian a sus orígenes».
La Diputación es la que tiene la competencia en Montes. Cuando un propietario pide permiso para talar un bosque de hayas trasmochas, por regla general se le deniega. Fue en 1989 cuando se empezó a poner limitaciones a estas talas. En contraprestación, el propietario recibe una ayuda económica de unos 5 o 6.000 euros por hectárea.
Además, el ente foral se ha dedicado en los últimos años a comprar ciertos bosques o bosquetes. «Y en un plazo breve quisiéramos comprar otras trescientas hectáreas. Y si el propietario no quiere vender, es buena señal», considera Asier Arrese. «Pero no podemos garantizar que se puedan salvar todas las hayas trasmochas. Por un lado, los temporales derriban todos los años algunas, y por otro lado no hay dinero suficiente para preservar todos los bosques. Nos podemos comprometer con los montes públicos».
En Gipuzkoa, destacan las masas de hayas de Añarbe-Oianleku, Araotz-Arantzazu y Ernio (norte y sur).
El haya trasmocho es importante desde el punto de vista paisajísticio y naturalístico. Las hayas viejas son además un ecosistema muy favorable para los llamados insectos saproxílicos, que están seriamente amenazados en el continente europeo. Se pueden citar cuatro: 'Rosalia alpina', 'Osmoderma eremita', 'Lucanus cervus' (Ciervo volante) y 'Cerambyx cerdo' (Gran capricornio). Se califica como saproxílicos a los insectos que en, al menos una parte de su ciclo vital, dependen fuertemente de la madera muerta.
La Comisión Europea ha valorado muy positivamente el proyecto 'LIFE + Biodivetrsidad y trasmochos' elaborado por la Dirección e Montes del ente foral, que tiene por bandera la Rosalia alpina y Osmoderma eremita,dos insectos muy amenazados. Para la Directiva 92/43/CEE Habitat, asegurar a largo plazo la conservación de esos dos insectos es tan importante como hacerlo para el lince, el oso pardo y la foca monje.